la historia del reloj pulsera.
Al principio, sólo los llevaban las mujeres, hasta la Primera Guerra
Mundial (1914-1918), en que se hicieron populares entre los hombres de las
trincheras.
Los relojes de pulsera vienen todos con dos correas ajustables que se
colocan en alguna de las muñecas para su lectura. Son de tipo analógico y
digital. Aunque la caratula de la mayoría de ellos es generalmente redonda,
también existen de caratula cuadrada, hexagonal y hasta pentagonal.
En los relojes analógicos (de variable continua) la hora se indica en la caratula mediante dos o tres manecillas: una corta para la hora, una larga para
los minutos y, opcional mente una tercera manecilla también larga que marca los
segundos. En los relojes digitales (de variable discreta) se lee la hora
directamente en números sobre la pantalla. También existen relojes mixtos, es
decir, analógicos y digitales en la misma caratula.
Los relojes calendarios son relojes mecánicos o digitales que marcan el
año en vigor, el mes, el día de la semana, la hora, los minutos e incluso los
segundos
Existen varias ventajas de tener un
reloj de lujo. La durabilidad de los materiales con que están fabricados estos
relojes es muy elevada, por lo se trata de un bien que puede ser traspasado de
generación en generación y heredarse de padres a hijos. Este aspecto incluye,
además de la apariencia exterior del reloj, también sus mecanismos internos.
Los hay muy variados y complicados. Según la precisión de los mismos aumenta
también el valor del reloj.
-Las prestaciones de los relojes de lujo marcan también una gran
diferencia con los relojes de pulsera comunes. Cronómetros, calendarios
perpetuos, medidores del movimiento de la tierra y del sol, relojes sumergibles
en agua, deportivos con cronómetros muy precisos, son algunas de las funciones
de los relojes de lujo.
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